12/11/2012
SALUD: Obesidad infantil: 緾髆o atacarla?
Comencemos por definir dos términos que no son sinónimos y que suelen llevar a confusión.
Sobrepeso indica un peso corporal mayor con relación al esperado según sexo, talla y edad del individuo. Mientras que Obesidad es un trastorno metabólico que conduce a una excesiva acumulación de energía en forma de grasa corporal en relación el valor esperado según el sexo, talla y edad del individuo. Por lo tanto, el sobrepeso constituye la antesala de un trastorno (obesidad) que de no poner los medios a tiempo, acabará por instaurarse.
Si bien el criterio más exacto para determinar la presencia de obesidad corresponde al porcentaje de grasa que contiene el organismo, solemos utilizar el peso como indicador de sobrepeso. Pues bien, el peso no es más que el resultado de la relación entre la ingesta calórica y el gasto calórico que realizamos. Cuando ambos factores están equilibrados el peso se mantiene, cuando la ingesta aumenta y el gasto se mantiene o disminuye, el peso aumenta.
Hasta los 14 años, para saber si se está en sobrepeso o no, los pediatras utilizan los llamados percentiles, que corresponden a las tablas o curvas de crecimiento de los niños, establecidas en función de unos valores de referencia, previamente aceptados como normales para niños de la misma edad, sexo y raza. En España se utilizan las curvas y tablas de crecimiento del Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de las Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre. Estas se dividen en curvas de crecimiento para niños de 0 a 2 años y de 2 a 14 años y son diferentes para niños y para niñas.
A pesar de que son múltiples los factores que inducen la presencia o no de obesidad: factores genéticos, neuroendocrinos, nutricionales, estilos de vida, etc., sin lugar a duda son los hábitos alimenticios y los estilos de vida los que más modificaciones han sufrido, siendo en este momento, un fiel reflejo de la sociedad. También son estos sobre los que más fácilmente podemos influir para educar correctamente a nuestros jóvenes y evitar la temida obesidad.
HÁBITOS SALUDABLES
El ritmo de vida actual implica una alimentación rápida, de fácil elección y veloz preparación, así como una desestructuración de horarios y rutinas. Es decir, comemos alimentos pre-cocinados, ricos en grasa y con azúcares añadidos, normalmente a destiempo y sin la variedad adecuada.
Las nuevas tecnologías han aportado comodidades en cuanto a información y comunicación, ello ha supuesto que ya no sean necesarios desplazamientos. Sin ir más lejos los adultos hacemos la compra desde casa sin necesidad de trasladarnos al supermercado. Pero ¿y los niños? Los niños no juegan “en movimiento”. La televisión, play station, y el ordenador, entre otros muchos, ocupan el tiempo libre de nuestros infantes, olvidando el rescate, el pilla pilla o la vetusta pídola. Si a esto añadimos el sucesivo recorte que la educación física va teniendo en las horas lectivas y que las clases extraescolares se dedican también a actividades sedentarias como música, mates, dibujo, idiomas y otros, con todos los respetos para dichas actividades, el porcentaje de minutos al día que dedican los niños a moverse es inversamente proporcional al número de horas que pasan despiertos.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Como primera medida vamos a reconocer cuales son los errores más comunes que cometemos en cuanto a alimentación con nuestros niños.
Para empezar, alrededor de un 8% de niños acuden al colegio sin desayunar. Ello va generando una carencia de energía que se acumula a lo largo de la mañana que hace que lleguen a la primera comida con las reservas prácticamente vacías, repercutiendo en el rendimiento escolar.
Además, la dieta diaria es pobre en frutas, verduras, cereales y pescado, lo cual en muchas ocasiones intenta sustituirse por los mal llamados suplementos vitamínicos, que no constituyen más que elementos químicos artificiales. El espacio entre comida y comida es a veces tan prolongado que se intenta paliar el hambre con tentempiés hipercalóricos carentes de elementos nutritivos. Si a todo ello unimos, la cantidad de horas que los niños pasan hoy día frente al televisor u ordenador, en actitud completamente sedentaria, ya tenemos totalmente desequilibrada nuestra balanza.
¿CÓMO PODEMOS SOLUCIONAR AHORA LOS ERRORES?
Pues aplicando la teoría de conseguir una dieta variada, equilibrada, nutritiva, sana, apetecible, consistente y educativa; y realizando ejercicio físico. Esta última parte, será tratada próximamente de forma monográfica en esta misma página. En cuanto a la dieta, empezaremos por desayunar, habrá que levantarse antes o distribuir mejor el tiempo. Introducir todos los grupos alimentarios en nuestra dieta y no comer sólo aquello que nos gusta o apetece. Distribuir las ingestas a lo largo del día según las actividades que se vayan a realizar, intentando respetar al máximo los horarios establecidos. Respetar el descanso nocturno, dado que dormir poco conlleva consumir alimentos más calóricos como galletas o comidas saladas. No comer delante del ordenador o la televisión que distraen nuestra atención.
No olvidemos que la alimentación y los hábitos de vida no son los únicos factores de riesgo frente a la obesidad infantil, pero sí que un adecuado manejo de ambos protege la salud.
LOS 10 ERRORES MÁS FRECUENTES EN LA ALIMENTACIÓN INFANTIL:
1. No desayunar.
2. No comer frutas, verduras y pescado.
3. Comer delante del televisor o el ordenador.
4. Merendar bollería industrial.
5. Tomar chucherías entre horas como gominolas, fritos de bolsa, etc.
6. Beber refrescos y batidos como sustitutos del agua.
7. Ocupar el tiempo libre frente al ordenador, juegos electrónicos y televisión.
8. Saltarse la comida del recreo o la merienda.
9. Abusar de comidas como las patatas fritas, salchichas, hamburguesas.
10. Cenar copiosamente y acostarse sin hacer la digestión.
LOS 10 CONSEJOS PARA COMBATIR LA OBESIDAD INFANTIL
1. Efectuar un desayuno completo con leche, cereales, zumos naturales, jamón de york, pavo o queso.
2. Comer al menos 5 piezas de fruta repartidas a lo largo del día.
3. Llevar una dieta variada que incluya todos los grupos de alimentos: verduras, pescados, carnes, legumbres,….
4. Consumir agua a lo largo de todo el día.
5. Tomar zumos naturales de fruta.
6. Efectuar 5 comidas al día, distribuyendo la ingesta en función de las necesidades energéticas.
7. Realizar actividades físicas diferentes a la educación física del colegio.
8. Sustituir las chucherías por fruta y/o yogures.
9. Cenar pronto para acostarse con la digestión hecha.
10. Respetar los horarios de comidas, juegos y descanso nocturno.
Fuente: BOLETÍN DE NOTICIAS DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE BALONCESTO. WWW.FEB.ES

®2020 Servicoen - Reservados todos los derechos - Aviso Legal y Pol铆tica de privacidad
Tlf.- 91 554 90 41 - E-mail: info@servicoen.com