En este último post de 2016 queremos poner la atención en el consumidor. Qué necesidades y amenazas les sugiere el sistema alimentario global y cuál es su demanda para el futuro. Estas conclusiones se apoyan en una reciente encuesta realizada por Food Standards Agency de UK.

Comodidad frente a conexión con los alimentos

Se constata el interés por la comodidad: comida lista en un instante, compra online, comer fuera de casa y durante otras actividades, tiendas abiertas 24 horas, 7 días/semana, cualquier alimento disponible en todo momento del año, oferta sobreabundante de alimentos.
Sin embargo, también existe la preocupación generalizada de que la comodidad puede tener un coste, por ejemplo:

  • Dejar de saber lo que comes. Procesos de producción y venta al por menor cada vez más complejos y fragmentados. El sistema alimentario se vuelve más opaco, los consumidores están perdiendo la conexión con el origen de su comida y cómo llega a sus mesas.
  • Abandono del hábito de cocinar desde cero, compartir comidas y deterioro de la riqueza cultural asociada.
  • Aumento de los residuos, con el evidente impacto perjudicial en el medio ambiente.

Los consumidores no quieren una vuelta al pasado que suponga pérdida de comodidad, pero tampoco perder conexión con lo que comen.

Salud y calidad frente a precio

Una de las principales preocupaciones de los consumidores es cómo lograr un equilibrio entre la salud y calidad, por una parte, y precio, por otra. El acceso a alimentos naturales, nutritivos y saludables, a menudo, implica mayor coste. Si esta tendencia continúa, se podría llegar a una sociedad alimentada a “dos niveles”.

Un sector de los consumidores es optimista sobre el potencial de los nutracéuticos y los desarrollos tecnológicos que apoyan la nutrición global. Otros, en cambio, manifiestan su recelo por lo anti-natural de la producción de alimentos sintéticos.

En resumen, se plantean dos preguntas: ¿Pueden los alimentos sanos y saludables llegar a ser un lujo? ¿Son buenos los alimentos producidos artificialmente?

Información, educación y transparencia

Los consumidores encuentran que cada vez existe más información y educación sobre alimentación, salud y nutrición. En esta materia, destaca el avance habido en la alimentación en los colegios (información sobre alergias, grasas, aditivos, etc.).

En el futuro, los consumidores esperan que la industria alimentaria proporcione información adicional para apoyar la toma de decisiones en una gama más amplia de cuestiones relacionadas con los alimentos. Incluyendo información sobre los impactos ambientales globales de la producción.

Qué quieren los consumidores

  • Preservar un equilibrio entre comodidad y conexión con los alimentos.
  • Reducción de los residuos de alimentos, en cada etapa de la producción y el consumo.
  • Asegurar que los consumidores puedan adquirir alimentos de calidad y saludables.
  • Acceso a la información y formación que necesitan para tomar decisiones sobre los alimentos.
  • Mayor transparencia y conciencia de lo que hay en nuestra comida y cómo llega a nuestros platos.
  • Continuar invirtiendo en investigación sobre técnicas de producción sostenibles.
  • Intervención de los gobiernos para los intereses de los consumidores, por ejemplo, respecto a protección del suelo, la agricultura y cadenas nacionales de suministro de alimentos.
  • Asegurar que los intereses de los consumidores estén protegidos incluso en medio de una creciente complejidad de poderes transnacionales.
  • Aumentar la conciencia del consumidor sobre: reducir residuos, transferir tradiciones y habilidades culinarias clave; participar en patrones de consumo más sostenibles (como comprar localmente o por temporada); utilizar la información que se les proporciona para presionar a la industria (al respecto de desperdicio, prácticas con impacto negativo en el medio ambiente mundial, por ejemplo).